Pintor belga, una de las principales figuras del surrealismo a partir de su llegada a París y su contacto con André Breton.
Sus obras, parecen a simple vista simples, pero poseen una compleja reflexión sobre la realidad y el mundo de los sueños. Se caracterizó por ensamblar elementos disímiles entre los cuales lograba establecer analogías o nexos insólitos, disparatados e ingeniosos.
Son habituales en sus cuadros los juegos de duplicaciones, ausencias y representaciones, unas dentro de otras. Algunas de sus obras más conocidas son Tiempo pasado, El imperio de la luz, Los amantes, El hijo del hombre o Esto no es una pipa.
En ocasiones se dedicó a parodiar cuadros célebres, creando una especie de versión surrealista de ellos, por ejemplo, Madame Récamier de David, en el que copió el conocido retrato de Jacques Louis David sustituyendo a la mujer por un ataúd colocado en su misma posición.