Niñas durmiendo

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De María Izquierdo

María Izquierdo fue sin duda una de las figuras más interesantes que se desprendieron del convulsionado arte mexicano del siglo XX. Años cargados de revoluciones, estilos y figuras fuertes. Años cargados de identidad mexicana, de ideas populistas y movimientos sociales. En este fervor de radicalismos surge María Izquierdo, una mujer fuerte y reservada y por sobre todo muy sensible. Madre soltera de dos niñas, se hizo un lugar en la sociedad mexicana y en el mundo del arte. Pero esto no fue fácil, o al menos le fue más difícil que a Frida Kahlo. Era un arte dominado por hombres fuertes, artistas y muralistas, que no se la hicieron fácil. A pesar de ello, María Izquierdo se las ingenió para crecer en su obra, para exponer tanto en su país como en el exterior, y a ser recordada hasta el día de hoy por sus obras.

María Izquierdo

Maria Izquierdo nació en el año 1902, en un pequeño pueblo rural que dejó de joven con dos ideas. La primera, poder sostener económicamente a sus dos hijas pequeñas, y en segundo lugar hacerlo a través de lo que más amaba y sabía hacer, pintar.

A pesar de tener muchas cuestiones en contra lo logró y al poco tiempo exponía en México y Estados Unidos. Se desprenden de su obra grandes hitos como Niñas durmiendo, Peregrinos, viernes de Dolores y Sueño y presentimiento.

Su estilo pictórico

Su estilo pictórico es un estilo de colores realmente muy intensos y saturados, muy cercano al estilo de Frida Kahlo y a sus contemporáneos. La manera en la que pintaba sus paisajes y retratos la definieron como primitivista, hasta que las influencias surrealistas llegaron a México y allí su obra cambió radicalmente. De su primera fase se desprende Niñas durmiendo Mientras que de su etapa más surrealista, onírica y simbólica puede citarse a Sueño y presentimiento

Niñas durmiendo

Niñas durmiendo se trata de un óleo sobre lienzo en el que María Izquierdo realiza un retrato de sus dos hijas. Con facciones muy parecidas a las de su madre, estas niñas son representadas durmiendo unas junto a otras en una cama de sábanas blancas. Cada uno con vestidos de dormir de distinto color, pero igual en todo lo otro, facciones, pelo y estilo en general. Por detrás se observan los barrales de hierro negro de la cama. Los colores son saturados, la perspectiva aplanada y el estilo netamente primitivista.

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