De bailes y candombes en la pintura
Si hay una figura clave que defina la historia y la historia del arte del río de la Plata ese es Pedro Figari. Este aclamado artista fue un ser profundamente sensible y sin lugar a dudas polifacético. De grande, logró plasmar en su pintura, en sus cuadros de candombes, de bailes, de murgas y de jolgorios todo un entretejido social que se había tejido y se continuaba gestando en las tierras uruguayas del río de la plata. Con sus años de formación a cuestas, sus convicciones políticas, educativas y de derechos humanos Pedro Figari logró hacerse de un nombre. A través del arte, sus colores, ritmo y movimientos, logró hacerlos palpables.
Pedro Figari
Pedro Figari comenzó su vida, por decirlo de alguna manera, en una vereda diametralmente opuesta a la del mundo de la pintura. Fue abogado, escribió para diarios, fundo una escuela de oficios y hasta incluso llegó a altos estrados para abolir la pena de muerte en su país. Pedro Figari estaba tradicionalmente casado y con muchos hijos. Una vida intensa y plena. Pero algo murmuraba en su interior y el llamado de la pintura fue cada vez más claro. Comenzó a pintar candombes, bailes y tradiciones de la comunidad negra tan presente en su país. Lo vivido en su infancia y lo que veía en su actualidad. Lo cierto es que se separó a sus sesenta años y viajó a Buenos Aires, con varios de sus hijos para poder pintar. Borges y Guiraldes fueron dos figuras claves para él antes de su paso a París, lugar que finalmente lo llevaría a la fama. Cabe mencionar grandes obras de Pedro Figari como por ejemplo Candombe, El patio y Cabaret.
Candombe
Esta obra es una típica obra de Pedro Figari en la que se observa a un grupo de personas de color bailando alegre y festivamente un candombe. Clima festivo, en medio de la calle, espontáneo y sin tanta artificialidad. Se ven hombres y mujeres bailando, con un gran contenido de colores fuertes y contrastantes, pero con un muy bajo nivel de detalle. Se ven los diferentes atuendos, un bombo en el centro que da el ritmo de herencia africana, y un gran cielo azul con una pequeña luna que asombra a su derecha. Por detrás se ven las construcciones típicamente coloniales de paredes blancas y la copa de un árbol. Un hombre encima de un techo, mira la escena.
Pedro Figari vivió entre los años 1861 y 1938 y su legado a la historia del arte del rio de la plata es único.
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