Entre el realismo y el tenebrismo un pintor que retrata la sencillez y el servicio
Théodule Ribot fue un pintor francés que se caracterizó por aportar bellísimas obras de arte que tenían que ver con personajes simples. Desde un pescador, un fregador, un samaritano o un trabajador común. También fue conocido y muy querido por sus colegas pintores, puesto que Théodule Ribot se encargaba de ser él quien los retratara. Principios del siglo XIX, 1800 y tantos, una Francia cambiante, un mundo que aún privilegiaba a la nobleza y los temas religiosos, aunque las revoluciones iban a hacer cambiar esto. Pero esto hizo que sus temas no fueran los más cotizados y por ende el lograra cierto reconocimiento recién al estar muy avanzada su vida.
Théodule Ribot y su estilo
Théodule Ribot vivió entre los años 1823 y 1891 en Francia. Llevó una vida sencilla y austera y poco se conoce de su increíble obra artística. Su estilo era de un realismo excelente y maravilla sobre todo en día la capacidad que tenía de captar la esencia más profunda de las personas que retrataba. Así este artista realizó grandes obras dentro de las cuales vale la pena citarse y reparar en algunas como, por ejemplo: La anciana bretona, El buen samaritano y Escena de cocina, entre otras.
Sus obras
La anciana bretona es un bellísimo óleo sobre lienzo que se encuentra expuesto en el Museo Nacional de Bellas Artes de la ciudad de Buenos Aires. Con una luz tenue, como de vela, se observa iluminado el rostro reflexivo y envejecido de esta mujer que mira hacia la izquierda. Un pañuelo en su cabeza y un par de arrugas denotan el paso del tiempo y una vida de sacrificio y abnegación.
El buen samaritano, es un óleo sobre lienzo que está expuesto en Francia y que tiene un corte netamente realista. En esta magnifica obra se observan tres personas, de clase baja y vida muy sencilla. El protagonista de esta obra, el buen samaritano, se encuentra reclinado sobre un joven desvanecido con el torso desnudo. A su izquierda un niño de unos ocho años observa a este señor hacer el bien. Esta obra denota el espíritu sensible que tenía Théodule Ribot.
Escena de cocina es una de sus últimas obras, con un toque más moderno, muestra el oficio de los cocineros y cómo los aprendices o ayudantes también se alimentan. Una intimidad de las cocinas que poco se ven desde afuera.
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