El pintor del volumen
Cien años de vida para este artista colombiano que con su arte figurativo nos deleitó con sus figuras curvas y redondeadas. Todo en su estética fue grueso al estilo de la cultura precolombina de su país. Vivió entre el año 1832 y 1932 y en ese siglo que le dio la vida se convirtió en un aclamado pintor de su país y también de otros. Muchos refieren a Botero como aquel que pintaba personas gordas, Pero lo cierto es que el pintaba con volumen, buscaba resaltar así la grandeza de sus personajes, ya sea un hombre, una mujer o un simple gato
La influencia precolombina
Botero no pinta gordos, pinta volumen, pinta majestuosidad. Todo en su ojo de artista esta visto desde esa lupa. Las culturas precolombinas, es decidir previas a la llegada y conquista de los españoles en América, tuvieron una fuerte influencia en el arte, la pintura, la arquitectura y la cerámica entre otros. No todas las culturas tuvieron el mismo nivel de desarrollo, pero las mas “clásicas” como ser la cultura Maya, llegaron a un nivel de desarrollo general cultural, social, religiosos, matemático, astronómico, etc.…enorme. Y su influencia en el arte y en Botero es notable.
Su vida
Este colombiano acido en el año 1932 se formó en Bellas Artes en la ciudad de Bogotá. No obstante, el tiempo hizo que decidiera viajar a Europa donde vivió muchos años. Posteriormente lo haría en Nueva York. Casado en tres ocasiones distintas Botero tuvo una vida plena y muy activa desde lo laboral, por lo menos. Su primera obra se publicó en el año 1942 y desde allí no dejó de pintar hasta su muerte en el año 2023. Fue en nueva York donde se impactó con las influencias de grandes artistas como Pollock y donde su arte se empezó a ver más influenciado por estas.
Sus obras
Fernando Botero fue un gran pintor y escultor. Muchas de sus obras están dispersas a lo largo del mundo, muchas en Colombia que otorgo como donaciones. En diferentes puntos de España. En la vía pública, se pueden apreciar sus esculturas.
“El Gato”
Como buen gato, esta escultura se paseó por muchísimas ciudades españolas, por diferentes motivos, hasta que finalmente dio con su lugar definitivo, Barcelona. Y desde que ocupó su lugar final, esta escultura se convirtió en un ícono de esta colorida y culturalmente rica ciudad. Se trata de una escultura de grandes proporciones, curvo y voluminosos. Es de color negro, y su cara, también de gestos redondeados, casi caricaturescos, presenta cara de asombro y sorpresa. A su vez su cola esta estirada, como cuando los gastos se asustan. Qué estará mirando este felino queda en la imaginación del observador. Lleva en su cuello un collar con cascabel, lo que nos dicen que es un gato doméstico.
“La muerte de Pablo Escobar”
En esta pintura del año 1999 se observa a Pablo Escobar, el guerrillero colombiano, en el momento que esta muriendo producto de un disparo. Se lo observa a Pablo Escobar sobre un tejado, desclaso y con el pecho al descubierto. Sus hijos cerrados y en el aire se encuentran varias balas que intenta detener con su mano izquierda. Con la otra mano, la derecha, apunta con su pistola hacia arriba.
Es sabido que Fernando Botero tuvo varios conflictos con la guerrilla colombiana. Esta pintura, entre otras del estilo, es un intento por denunciar los altos noveles de violencia en Colombia.
“La maternidad”
En Oviedo, Asturias, se encuentra esta colosal escultura de Fernando Botero que pesa más de 800 kilos. Ubicada en la plaza de la Escandalera, donde ocupa una ubicación central y protagónica. Se observa a una mujer sentada y desnuda. Ella mira hacia su izquierda. De su lado derecho, sobre su pierna se encuentra su pequeño bebe. Se lo ve erguido y muy activo, mirando de frente con ambos brazos estirados hacia sus costados. Esta escultura, que mide mas de dos metros, fue realizada en bronce por Botero en el año 1989. Posee un color oscuro, casi negro y presenta su típico estilo curvilíneo que muchos llamaron “Boterismo”
“El caballo”
Esta enorme escultura es una de las más famosas obras de Fernando Botero. Realizada en bronce, representa, con su estilo, el Caballo de Troya. Se muestra a un caballo firme y mirando de frente, y si bien su forma tan redondeada contradictoria con un caballo, nada le quita su esplendor, su fuerza, vigor y proporcionalidad Se encuentran dos versiones de este ejemplar, una en Chile y otra en la ciudad de México DF.
Fernando Botero fue un artista único, y su estilo y su impronta fueron tan particulares y singulares que se lo denominó “boterismo”. Él fue el pintor del volumen y su arte caló profundamente en la cultura, en las calles y en los centros históricos de diferentes ciudades del mundo
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