Sandro Botticelli

El renacimiento se luce en detalles y flores: La primavera

Cuando pensamos en el renacimiento italiano es imposible no pensar directamente en Sandro Botticelli. Sandro Botticelli fue uno de los máximos representantes del renacimiento en el arte y sobre todo del renacimiento italiano, su país. Sus obras, como La Primavera, son la máxima expresión de una época en la que la anatomía, las proporciones, la belleza y estética, los detalles, el amor y la mitología antigua se reunían para producir grandiosas obras. Obras en las que el amor, las pasiones, la naturaleza y la condición humana y divina se entremezclan, siempre bajo el mismo factor común de lo que es bello.

Sandro Botticelli

Sandro Botticelli nació en Florencia, Italia en el año 1445. Se llamaba en realidad Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi. De cómo surgió ese apodo después de semejante nombre hay varias teorías, pero se cree que es un apodo que le otorgaron sus hermanos mayores, bastantes años mayores que él. Si bien el mundo del arte inició temprano para él, rodeado de su hermano orfebre y otros artistas, dio prioridad a sus estudios formales. Culminados estos ahí comenzó a ayudar y a aprender de la orfebrería y luego con otros maestros, entre ellos Leonardo Da Vinci.  Los Medici, una familia de Florencia fueron una de las familias que más encargaron obras a Botticelli, dando gran impulso a su arte, su taller y su exposición. Más allá de ellos, Sandro Botticelli se supo hacer un lugar propio en el mundo del arte. Fue autor de maravillosas obras como: La primavera, El nacimiento de Venus, Navidad Mística y Las pruebas de Moisés, La fortaleza, entre otras. Murió en el año 1510, luego de haber sucumbido en la pobreza.

El renacimiento florentino

El renacimiento florentino se caracteriza por destacar la belleza, la anatomía, el afán por los detalles y la unión entre la mitología griega y el mundo terrenal, los sentimientos y emociones propios de la vida humana acá en la tierra. A este movimiento se lo denominó “humanismo” y Botticelli fue un fiel representante de esto.

Su estilo

El estilo de Sandro Botticelli se destacó por realizar lo que se conoce como figuras de bajo relieve que dan la sensación de esta como aplanadas. Aquí la perspectiva no es la protagonista, pero sí lo son el detalle y la armonía. Todo apunta a ser exquisito. Esta falta de perspectiva viene dada también por el particular uso de la luz, la cual está acentuada, sí, pero minimiza el contraste de sombras. Eso no queda tan notorio igualmente porque son los detalles de todo tipo a lo largo de toda la escena los que se vuelven relevantes.

Una de sus más espectaculares obras: La primavera

No hay duda alguna que, si pensamos en la infinidad de obras que produjo este artista, La primavera sea considerada junto con El nacimiento de Venus de las más importantes e impactantes. Y es cierto que esta obra impacta al verla en cualquiera de sus formatos. Expuesta hoy en el museo Uffizi de la ciudad de Florencia, esta obra del año 1477 es realmente colosal. Fue realizada por Sandro Botticelli en varios años ya que su tamaño es de más de seis metros cuadrados. Fue realizada sobre enormes tablones que se disponen todos juntos.

Al observar la obra puede repararse en todas las características renacentistas recién expuestas. Un cuadro repleto de dioses griegos que cubren la obra. Cada uno, con sus respectivos nombres e historias van dando a la obra el marco justo para formar una bella escena. En el centro de la escena se encuentra Venus, la diosa griega del amor quien alegremente invita a todos los otros dioses a sumarse a esa fiesta primaveral. Se lo observa a la izquierda a Céfiro, dios del viento y a Flora, diosa de las flores. Cupido dios del amor tampoco puede faltar. Y Mercurio también presente sopla las nubes. Cada dios presente viene a representar un mensaje de unión entre lo divino y lo terrenal. Son los dioses que se invitan a la fiesta de la naturaleza, la alegría de vivir y la belleza. A la vez, invitan a los hombres a estar más cerca de lo divino.