Un escultor hecho a su medida
Auguste Rodin es sin lugar a duda uno de los mayores escultores que la historia del arte ha conocido. Su estilo quizás no sea lo acabado y minuciosos que otros grandes artistas, sobre todo si se piensa en la escultura clásica. Pero en sus obras y en su enfoque existe algo de lo poético y del gran conocimiento de la anatomía humana que se entremezclan. Es que, en su visión de la persona, el alma y lo que ella expresa era un punto central. El cuerpo, la cara y, sobre todo, las manos, podían transmitir el estado emocional y mental de un individuo, y eso sin dudas, logró expresarlo. Logró traer una nueva visión a la escultura, rompiendo con las exigencias del arte que lo antecedían y logrando convertirse en el fundador de lo que se conoce como la escultura moderna.
¿Quién fue Rodin?
Auguste Rodin nació en el año 1840 en París. Procedía de una familia humilde y tuvo dos hermanas. Su formación académica fue errática y breve, un poco por su condición económica y otra por sus intereses diversos. Con un padre que lo alentó desde joven y lo anotó, por sus indicios de habilidad, en la Petit Ecole de Dessin e Mathematique, centro que formaba fuertemente en el cálculo y el dibujo. Desde allí, Rodin comenzó su propia carrera. Una carrera de muchos tropiezos. Fue rechazado tres veces por la Escuela Nacional de Bellas Artes de París. Esto, claramente, reforzó su carácter independiente y autodidacta y lo llevó a abrirse solo y a forjar sus propios cánones. Se formó con grandes maestros que lo fueron introduciendo en las nociones más acabadas de la anatomía humana y la estética, trazando su propia visión de la persona y comenzando sus primeras esculturas en arcilla. A lo largo de su carrera, se fue asociando con diferentes escultores para diversos proyectos.
¿Cuáles fueron sus más grandes obras?
Su carrera fue evolucionando a la par que su crecimiento personal y su contacto con otros artistas y su formación. Desde su primera escultura, el busto de su padre Jean-Baptiste, hasta “la puerta del infierno”, una extensa obra fue creciendo y mutando.
“La máscara del hombre de la nariz rota”
Esta obra se encuentra conservada hoy en México, en el Museo de Soumaya. Fue su primer gran obra que se hizo famosa y si bien para nuestra época no tiene nada llamativo, fue muy disruptiva para la suya. Con este rostro, realizado en el año 1963, Rodin trajo en primer plano la profundidad de la naturaleza humana. Dejó atrás, de un sacudón, la belleza helénica, y represento a un hombre que vivía cerca de su primer atelier. Lo representó con la nariz rota y las marcas en su piel producto de una vida difícil.
“La edad de Bronce”
Fue una obra de este artista que generó muchísima suspicacia y revuelo. ¿Cómo alguien en las afueras del arte, autodidacta y libre pensador pudiera realizar algo tan fino y acabado? Auguste Rodin no pudo participar de la guerra franco-prusiana por una miopía que padecía. Pero esta miopía no le impidió realizar su primera escultura a escala humana. Fue justamente la de un soldado belga que tuvo autorización para posar para él. Esta obra, realizada entre el año 1875 y 1876, fue recién llevada a bronce en el año 1800, cuando finalmente Rodin logró demostrar que él la había hecho realmente con sus propias manos.
“La puerta del infierno”
Se trata de un grupo de esculturas que Rodin realizo con colaboración de Camile Claudel. Estas fueron realizadas en yeso basándose en la Divina Comedia de Dante Alighieri y otras grandes obras. Su labor fue tan rica y extensa que llevo más de treinta y cinco años realizarla, entre 1880 y 1917, para luego ser fundida en bronce estando Rodin ya muerto. La riqueza escultórica y literaria de esta obra es única, plagada de personajes y alusiones que fueron cobrando entidad propia con los años, como “La llorona”. Hoy se encuentra dispersa conservada en diversos museos del mundo.
“El pensador”
El pensador pertenece a la gran escultura que lo enmarca, “La puerta del infierno” y hace alusión a Dante Alighieri, autor de la Divina Comedia. En esta gran obra se observa a un hombre, apoyado sobre su mano en actitud reflexiva. El pensador, o el poeta, como inicialmente se conoció esta obra, vendría a ser el personaje que, en la divina comedia, debía decidir, el destino de cada individuo que ingresara según sus pecados. Es decir, Minos, el juez de los infiernos.
Acá hay un hombre que piensa con cada uno de sus músculos y las facciones de su cara, sostenía Rodin.
¿Porqué que fue tan importante para el arte Rodin?
Rodin es mundialmente conocido por la belleza de sus obras. “La puerta del infierno”, “La edad de Bronce”, “el pensador”, “Los burgueses de Calais”, “la eterna primavera”, entre tantas otras. Pero sobre todo por traer a la escultura un aire fresco y moderno. Rodin no renegó de sus maestros anteriores, y de hecho aprendió mucho de ellos. Pero en su estilo una nueva concepción del arte, la estética y el valor de la belleza humana lo convirtieron en el padre de la escultura moderna.
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