Una de las damas del impresionismo
En 1844, en los Estados Unidos, nació Mary Cassatt, quien fuera conocida como una de las “damas del impresionismo”. Es sabido que en aquella época para las mujeres todavía era muy difícil hacerse de un lugar en muchos espacios públicos y profesionales, y el mundo del arte era sin duda, uno de ellos. Pero lentamente Mary Cassatt empezó a ser considerada por su magnífica obra, no sin tropiezos y malos momentos, pero lo logró, y es por eso por lo que hoy en día su nombre tiene un lugar de privilegio en el mundo del arte de aquella época y en general.
Mary Cassatt
Mary Cassat nació en Pensilvania pero vivió en muchos lugares de los Estados Unidos. También, como buena familia acomodada, viajó mucho durante niña por diferentes lugares de Europa. Fue allí donde se empezó a codear, desde muy pequeña, con grandes figuras del arte. Siempre supo que quería dedicarse profesionalmente a pintar y no como mero hobby como se inculca en aquella época. A pesar de la oposición de su familia lo logró. Pero no encontró en las diferentes casas de estudios un lugar acorde donde formarse, sentía que había restricciones hacia las mujeres y que el contenido educativo era vacío y obsoleto. Por lo cual viajó a París para formarse con los diferentes profesores de la Escuela de Bellas Artes de manera particular. Así completó su educación y empezó a codearse con la escena artística parisina.
Su estilo
Así fue como Mary Cassatt fue forjando su estilo. No cabe duda de que la introducción al círculo íntimo de los otros pintores impresionistas parisinos de su época ayudó a que definiera este estilo. Maestra de la luz, la naturaleza y el movimiento, Mary Cassatt no obstante puso el acento en un tema muy particular, la vida íntima, la vida cotidiana y sobre todo la relación entre madres e hijos.
Entonces, en sus obras se pueden observar bellísimas escenas al aire libre como así también muchas escenas y recortes de la vida doméstica. Realizadas con naturalidad y muy buen gusto, se hizo famosa por retratar de manera excelente micro situaciones de la vida cotidiana y privada de las personas de aquella época. Escenas que pocas veces salen a la luz pero que es importante que a veces cobren protagonismo.
“El baño del niño”
El baño del niño es un óleo sobre lienzo en el que se retrata una escena de una madre bañando a un niño de unos tres años aproximadamente. La madre se encuentra arrodillada mientras que sostiene por detrás al niño quien está parado. Por debajo de sus pequeños pies se ubica una especie de palangana de metal, con un estilo decorativo medio oriental, y una vasija para verter el agua. Cabe aclarar que en aquella época el cólera aquejaba Europa y alentaba a sus individuos a higienizarse aún más.
“Fiesta en un bote”
En este óleo sobre lienzo que Mary Cassatt realizó tres años después, se observa a una mujer vestida elegantemente con su bebé en brazos. Se encuentran a bordo de una pequeña embarcación de madera, manejada por un señor que la lleva con la fuerza de sus remos. Un día soleado enmarca la escena y acentúa el color del cielo y el agua, en contraste con los blancos, bien al estilo impresionista. Nuevamente la relación madre e hijo.
“Niñita en un sillón azul”
Muestra la escena de una niña de unos 10 años totalmente despreocupada recostada en un sillón. Con una postura desalineada muestra la inocencia y la distracción de esta pequeña mujercita junto a su mascota. Los azules predominan la escena, así como las pinceladas ágiles y veloces.
La obra de May Cassatt fue una obra influyente y única, no solo por ser una de las pocas mujeres en escena en aquella época, sino porque su particular estilo a la hora de retratar la vida familiar le dieron un lugar que no estaba ocupado todavía. Con un realismo y una sensibilidad única pudo describir el vínculo madre hijo, la vida doméstica y la infancia como pocos.