Los sarcófagos al servicio de la manifestación artística y cultural
¿Pueden el arte y la muerte ser dos caras de la misma moneda? Si pueden. El arte ha sido un elemento clave por medio del cual los ritos de diferente índole se han podido realizar, elaborar y transitar. Ritos de iniciación, religiosos, uniones, guerras y la muerte misma. El arte ha servido a lo largo de todos los tiempos e infinidad de civilizaciones para expresarse, para simbolizar, para significar y representar todo tipo de intenciones, deseos y temores. Es un medio de expresión desde las más antiguas civilizaciones paleolíticas hasta el día de hoy.
Los egipcios, una de las civilizaciones más antiguas de la humanidad y con un alto nivel de avance en muchos sentidos utilizó al arte como un canal de expresión central para el proceso de la muerte. El arte gráfico, el dibujo, la pintura, las vestimentas, la talla en madera y roca, la orfebrería y las vestimentas, fueron distintos medios expresivos para ir marcando las instancias y los diferentes momentos del proceso de morir que marcaron la vida de los egipcios. Tan es así que podría considerarse que ellos tienen un propio arte de morir.
La muerte para los egipcios
En cierto sentido para los egipcios la muerte consistía en un proceso de mutación o transformación hacia una vida en el más allá. Pero para que este cambio se diera eran necesarias una serie de pasos a cumplir. Fuerte creencias arraigadas que eran acompañadas y alimentadas por el arte. El proceso de momificación era acompañado por todo un trabajo de realización de los sarcófagos. Estos podían ser en piedra o en madera y eran pintados, decorados y escritos con una infinidad de simbología.
La momificación
La momificación era un largo proceso que realizaban con los cadáveres los egipcios con el fin de preservar que el cuerpo se pudriera y deteriorara. La idea de base era mantener a ese cuerpo casi intacto para la vida que seguía en el más allá. Para lograr esto, se valían de todo tipo de pasos rigurosos y elementos, como el vaciado y limpieza con un vino llamado de palma, el rellenado con polvos y el recubrimiento del cuerpo del difunto con vendajes lo que otorgaba la imagen final que comúnmente se conoce de las momias.
Objetos
El arte se expresaba luego de este riguroso proceso. En los objetos que llevaba el difunto y en el tipo de sarcófago que lo contenía. Estos amuletos podían ser de todo tipo, desde joyas, estatuillas, elementos, etc.…Fueron encontrados a lo largo del tiempo listas en papiros que describen el posible listado de ellos y su finalidad. Se han encontrado bellas obras de arte como collares de oro y piedras preciosas, obras maestras de la orfebrería de la dinastía o bellas estatuas representadas por un hipopótamo azul, que sería la diosa Tueris. O cabe citar al típico escarabajo que se ha encontrado en diferentes tumbas como por ejemplo la de Tutankamón y que representan al Dios Sol.
Sarcófagos
Los sarcófagos, que solían ser en piedra o tallados en madera, eran per se una obra artística. Se preservan sarcófagos en la actualidad que muestran el nivel de detalle que tenían, plagados de colores, jeroglíficos y símbolos alusivos a la vida del difunto y a su viaje al más allá.
El sarcófago de Tutankamón
El sarcófago de Tutankamón es algo impactante de ver. Su tamaño lógicamente corresponde a un tamaño en escala real de unos 2,30 centímetros e impacta por el color dorado en el que ha sido pintada toda la superficie de madera.
Tutankamón quien se cree que murió durante un accidente en una cacería allí por el año 1300 a.C. fue momificado y puesto en ese magnífico sarcófago. Todo está pintado en dorados, azules, negros y ocres. Está representado en la tapa de su sarcófago con las manos cruzadas y un bastón en cada una de ellas. Una franja vertical recorre su cuerpo desde la cabeza hasta los pies. En una línea descendente de jeroglíficos de todo tipo. A los costados de sus vestimentas toda una serie de bellísimos patrones entre los colores previamente mencionados, le dan un aspecto aún más señorial a este sarcófago.
Han sido encontrados sarcófagos a lo largo de todo el mundo, plagados de símbolos y magníficas imágenes dentro y fuera de ellos. Sin duda, un símbolo de la muerte, pero también del arte en sí mismo.