“El toque” Man Ray 

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Historia de una fotografía distinta

Man Ray fue sin dudas uno de los fotógrafos más importantes e influyentes de nuestra historia. Nacido en el año 1890 en Estados Unidos, este artista, pintor y fotógrafo, supo traer a las esferas de la fotografía al dadaísmo y al surrealismo imperante de su época. No obstante, sus fotografías van un paso más allá de lo meramente surrealista, conjugando una gran saber sobre la luz, la forma y las proporciones. Obras únicas, disruptivas, a veces cómicas y otras irónicas. Un ojo fotográfico distinto, que se detiene en una sombra, un detalle, un collage o un retrato al pasar. Sus obras son icónicas como, por ejemplo: “En blanco y negro”, “lágrimas de vidrio”, “el minotauro”, “mujer de cabello largo”, “radiografía de un beso” o “violín de Ingres”.

Su estilo

Man Ray tuvo un estilo único. Sujeto al blanco y negro que le imponían los elementos fotográficos disponibles de su época, sus imágenes están muchas veces cercanas a cuestiones que hoy podemos encontrar en la era de la fotografía digital y la edición. En ellas se yuxtaponen lo tradicional de la fotografía, con el “toque” Man Ray. Es detalle simple y agudo que hace que una simple y típica fotografía blanco y negro pase directamente a ser surrealista y original.

“Violín de Ingres”

Esto se ve a la perfección en esta peculiar fotografía de Man Ray, “Violín de Ingres”. Una mujer sentada y con el torso desnudo. Se la observa de espalda en el ángulo perfecto para resaltar el blanco de su piel y la forma femenina y contorneada de su cuerpo. Como si de una guitarra se tratara el agrega el toque Man Ray, las fosas del violín. Un detalle en negro, agregado sutilmente, le dan a esta fotografía un giro único y distinto.

“Lágrimas de vidrio”

Con esta fotografía, nos acercamos a un retrato en blanco y negro, en primerísimo plano. El nivel de detalle y precisión es excelente y se observa cada sutileza del rostro de la mujer. En “Lágrimas de vidrio”, vemos su cara triste, sus ojos grandes y vidriosos que miran de frente y surrealistamente de repente con, pequeñas esferas, lagrimas. Pero son redondeadas, cristalinas y perfectas. No parecen lágrimas, parece vidrio y he aquí el toque Man Ray. ¿Será que el llanto se cristalizó en tristeza profunda? ¿Será que el paso del tiempo ya no nota la constancia de estas lágrimas? Aquí el aporte del artista desde su intervención y sus significados subyacentes.

“El Minotauro”

El blanco y negro dicen presente en “El Minotauro” y en esta ocasión es el juego de luces el que se convierte en el artista o “pintor” de esta escena. La oscuridad decide qué mostrar y qué no. La luz resalta un torso y unos brazos arqueados fuertes y envalentonados. Esta actitud ya no parece la de un humano, parece la de un toro enfadado y dispuesto a la defensa o al ataque, eso queda a interpretación del autor. La intención de la figura humana queda transmudada en una aparente cara de toro gracias al ángulo y manejo de luces y sombras. Otro toque Man Ray.

“En blanco y negro”

“En blanco y negro” es sin duda una de sus fotografías más famosas. En ella se observa a una mujer muy blanca. En realidad, se observa solo su rostro que yace sobre una mesa. Su blancura y fineza de sus rasgos hace que se parezca a una muñeca de porcelana o a una máscara. En contraposición y en vertical ella sostiene una máscara de madera, negra, con el mismo estilo de rasgos, muy finos y delineados que la definen. En esta escena se destacan la simetría, el brillo y nuevamente el juego de luces y sombras. Los opuestos a la vez son idénticos, y aquí entonces el toque Man Ray, la parte poética de la foto y surrealista también. También el uso particular del objeto a modo dadaísta.

“Mujer de cabello largo”

En “mujer de cabello largo” el ángulo lo es todo, la perspectiva hace a la diferencia. Su pelo en primer plano y un observador como por debajo ve caerlo en cascada. Ella hacia atrás con la cabeza y el cuello inclinados dejan caer impunemente su belleza. Aquí su obra, se acerca un poco mas a lo abstracto, a la forma y a la insinuación. El brillo vuelve a la carrera y es protagonista en su cabello.

Man Ray influyó enormemente en la historia de nuestra fotografía. Nos enseñó que los limites van mucho más allá del ojo del momento y del dispositivo de la cámara y en, aquel momento, la película. El toque Man Ray fue mostrarnos que una obra no esta terminada hasta que su autor lo decide y eso puede suceder aún mucho tiempo después del click inicial de la foto. 

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