El ballet y la pintura Una relación perfecta

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El ballet, la danza clásica es un baile de por si estético. Es sutil, es efímero y elegante. Todo en este arte es embelesador. Los largos brazos y piernas, sus peinados impecables y sus ropas etéreas y al ras. Se trata de un arte ideal para representar, pero hay que tener en cuenta que más allá de lo estético, lo visual y lo musical, el ballet trae consigo todo un estilo de vida, de sacrifico, de esfuerzo y de tenacidad. Por eso, el mundo del ballet, las bailarinas y sus detrás de escena a cautivado a muchos artistas, especialmente pintores, que han elegido retratar bailarinas de ballet como su tema predilecto.

Ballet

El ballet es una danza compleja y que requiere de años de estudio y de técnica. Su término deriva del latín ballo, que significa justamente eso: bailar. Es una danza que requiere de mucho control físico y mental, ya que, en cada uno de sus movimientos, que son muchos y están codificados, se ponen en juego todos los músculos del cuerpo. Desde la cabeza, el cuello, el trono, las manos y brazos, las piernas y hasta el último dedo del pie. Es un baile que requiere agilidad, sincronización y ritmo. Y es de esta conjunción de elementos, sumados con la vestimenta, la escenografía y lo teatral, que convierten a este baile en uno de los más refinados. Por todo esto, no ha de sorprender que artistas como Degas, sobre todo, halla sentido fascinación por este mundo y allá dedicado gran parte de su obra, a retratar el mundo de la danza clásica y sus personajes. 

Edgar Degas

Edgar Degas vivió en Paris. Nació en Francia en el año 1834, en donde el ballet y las carreras de caballo eran dos actividades muy arraigadas. Con respecto al ballet, uno de los aspectos que más interesaba a Degas del mundo de las bailarinas tenia que ver con el concepto del movimiento, del ser efímero. De la fugacidad de las piezas, los movimientos y las poses. Cada paso se sucede con gran velocidad y es dicho cambio constante lo que justamente más le interesaba a Edgar Degas. A su vez le apasionaba la vida detrás de bambalinas, el detrás de escena, las posturas y movimientos de las bailarinas cuando descansaban, cuando se encontraban distraídas o simplemente ensayaban. “La clase de ballet”, “Músicos en la orquesta”, “Pequeña bailarina de catorce años”, “Tres bailarinas”, “Bailarinas amarillas”, entre otras son grandes obras de este artista que cabe la pena mencionar. Edgar Degás es el pintor por excelencia de las bailarinas. “La clase de ballet”, por ejemplo, es una famosa pintura de Degas del año 1871. Hoy preservada en el Museo de Orsay en Paris, esta escena muestra a varias bailarinas que están por terminar su clase de danza con su profesor. Ya se las ve más dispersas, jugando, encorvadas y en otra actitud a las que se las costumbra a ver. No obstante, el cuadro justamente muestra un poco de la gracias, la picardía y la frescura que no siempre se muestra de las bailarinas de ballet. 

Alexander Sheversky 

Alexander Sheversky es un pintor contemporáneo nacido en el año 1961 en Moldavia. Este artista, entre otros tantos temas, realiza unas bellísimas obras de bailarinas. Dos ejemplos de esto son “La hora dorada” y “Antes del ensayo”. El paso del tiempo entre un artista y otros, es decir entre Edgar Degás y Sheversky, se hacen evidentes en la obra. De un corte realista su precisión técnica, el uso del color, las texturas e incluso el brillo hace que por momentos parezca estar frente a una fotografía. Acá la bailarina de ballet nuevamente, como un ser etéreo, con gracia y agilidad. También el aspecto de contemplación y concentración que tiene la danza sumada a la gran entrega, esfuerzo y constancia son valores que se observan de sus cuadros.

Sergio Martínez Cifuentes 

Sergio Martínez Cifuentes también es un artista contemporáneo nacido en la década de los sesenta. Nacido en Chile, este artista dedicó su obra principalmente al cuerpo humano, habiendo realizado diversas series dedicadas a las bailarinas. Su obra es de un gran realismo y sutileza, realizando un gran trabajo de luces, sombras y transparencias. Su conocimiento anatómico realmente es muy acabado, el conocimiento de los músculos, tendones, etc… Su estilo tiene un toque muy sutil que lo lleva más allá, es un tanto mas osado y moderno. Obras que cabe la pena mencionar de Sergio Martínez Cifuentes: “Bailarines en ambiente azul”, “Bailarina con vestido rosa”, “Reflejo” y “Audición II”, entre otras.

Haciendo un recorrido por estos artistas y por estos cuadros es fácil entender los motivos por los cuales las bailarinas de ballet han despertado tanta fascinación a lo largo de la historia. Se trata de una danza compleja, rica y algo hipnótica. Pero, detrás de su fachada de perfección, simetría y cálculo, se esconde un mundo de mujeres, de emociones humanas, de entrega, de relajo, de picardía y complementariedad.

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