Maurice Utrillo

El artista del trueque

Quizás quede reduccionista decir que Maurice Utrillo fue el artista del trueque. Fue muchísimo más que eso. Fue uno de los más interesantes y pintorescos pintores impresionistas que poblaron los principios del siglo XX. Mucho de lo que conocemos de ese periodo de entreguerras, de la vida en París y sobre todo en Montmartre, se lo debemos a él, Maurice Utrillo. Pero también se lo debemos al hecho de que muchas de sus pinturas se conservan gracias al hecho de que para poder sobrevivir y comer utilizaba el trueque. Sus pinturas post impresionistas, fueron su moneda de cambio para conseguir víveres de todo tipo, pagar la renta, el vino, y todo lo que necesitara. Siempre al límite de la subsistencia, el arte fue lo que no obstante le dio de comer lo poco que podía.

¿Quién fue Maurice Utrillo?

Maurice Utrillo nació en el año 1888 y fue hijo de la famosa modelo y pintora impresionista Suzanne Valadon. Al igual que su madre, quien vivió una vida errática pero aguerrida, sintió pasión por el arte desde pequeño. Cabe destacar que su madre fue vendedora, trapecista, modelo y luego una famosa pintora quien se abrió paso tenazmente en un mundo de hombres y se hizo su lugar. Maurice Utrillo, fue su único hijo y vivió siempre en el barrio de Montmartre. Allí, en la cuna del arte y del impresionismo, Maurice aportó su visión y su manera de hacer un impresionismo más moderno, con colores más despojados y con lo que en definitiva tenía frente a sus ojos y era todo su mundo, el bohemio y pintoresco barrio de Montmartre.

Así su estilo se caracteriza por:

• Trazo ligero: El trazo se caracteriza por ser ligero, ágil y entrecortado. Muy al estilo impresionista con un toque más de modernidad y osadía.
• Luz clara: Maurice Utrillo juega mucho con la luz. La destaca como buen impresionista y no teme en acentuarla todo lo posible.
• Blanco empastado: Es por tal motivo que si hay una nota que distingue su obra es la del uso del color blanco. El nivel de elaboración al que llegó su uso del blanco fue algo a distinguir, al que le sumó el uso del yeso. Utrillo mezclaba el óleo con el yeso logrando un blanco diverso, empastado y con profundidad. Esto sin duda le permitía lograr escenas distintas, pintorescas, con un nivel de elaboración distinto y un gran toque de diferenciación con respecto a los pintores contemporáneos que habitaban las calles de su barrio
• Paisaje de Montmartre: Las escenas que describe Maurice Utrillo son las escenas del barrio que lo vio nacer y morir, Montmartre. Son escenas de pasajes, calles, fachadas de casas, postigos, ventanas de colores, etc….Son capturas de la vida en este emblemático barrio parisino, por eso aparte de su valor pictórico, la obra de Maurice Utrillo tiene un interesante valor histórico y demográfico.

Entre sus obras más famosas pueden citarse: Le passage Cottin, La place du Tertre, Lapin Agile, entre otras.

Le passage Cottin

En Le passage Cottin, pasaje que efectivamente existe en la vida real, se observa justamente aquello, un pequeño pasaje escondido del barrio de Montmartre. Se trata de un pasaje ascendente de escalinatas, que se lanza firmemente entre dos fachadas de dos o tres pisos. Por debajo de la escalera se observa una calle empedrada y cinco personas que van subiendo por ellas. Arman estas cinco figuras una especie de zigzag de diferentes colores que corta un poco la rigidez y rectas de la escalera. Se parecían las fachadas típicas del barrio a ambos costados y es en la construcción izquierda donde se puede apreciar tanto la puerta de entrada como la ventana entreabierta.

La place du Tertre

En esta obra del año 1910 aparece un paisaje muy del estilo de Maurice Utrillo por el tema, pero radicalmente distinto en el uso de la luz. Aparece representado este rincón de Montmartre, pero en tonos más oscuros, ocres y apagados. Lejos de la luz y los blancos que lo caracterizan, el clima que tiñe este paisaje citadino es más oscuro y lúgubre. No es porque sea de noche, sino que es el tinte que le quiere dar. Los árboles sin hojas cortan verticalmente las líneas horizontales y oblicuas de las calles y casas que arman la arquitectura del lugar.