Piet Mondrian

La lógica del universo plasmada en líneas rectas

Piet Mondrian fue uno de los más grandes representantes del arte moderno y abstracto en su última reducción. Fiel representante de lo que se conoció como el Neoplasticismo, llevó al arte a un punto último de simplificación y orden. Buscando así representar, a través de los elementos finales, el orden universal y cósmico. Desde una visión en la que el arte debía ser matemático, simple y ordenado para representar la lógica, la complejidad y el caos de las leyes que explican y rigen el universo en el que nos movemos día a día.

Piet Mondrian

Piet Mondrian nació en 1872 en los Países Bajos. Si bien sus comienzos estuvieron marcados por lo más clásico y realista de su época, pintando paisajes de la región en la que se encontraba, con el tiempo su arte fue pasando a realizar un giro radical. Sobre todo, cuando luego de la guerra, se instala en París en el año 1921. Es allí donde Piet Mondrian logra definir su estilo pictórico, definiéndolo como un artista moderno y abstracto.

Entre sus mayores logros se encuentran el haber sido el fundador del neoplasticismo y formando una corriente que se llamó el grupo Stijl. 

Neoplasticismo

Piet Mondrian ya venía esbozando sus ideas abstractas en los países bajos, previo a su partida a Paris. Mucho de lo caótico y subjetivo del arte no le estaba convenciendo del todo y empezó a refugiarse en lo abstracto a modo de una visión teosófica de la vida. Estas ideas tomaron con el tiempo el nombre de Neoplasticismo y fueron de gran influencia para el arte cubista y el arte moderno en general. Se basaba principalmente en utilizar colores puros, primarios y líneas rectas y verticales. Luego de un análisis matemático estas formas tan reduccionistas representaban justamente lo más fundamental del mundo. Lo femenino y los masculino, lo espiritual y lo material, el fuego y el agua, etc.…Y justamente en la unión de las líneas se encontraba la plenitud y la felicidad plena. 

La obra

Composición en rojo, amarillo y azul se trata de un óleo sobre lienzo realizado por Piet Mondrian en el año 1921. En esta pintura, que tiene un tamaño no mayor a los 59.5 x 59.5 cm., se observa justamente los principios básicos del movimiento que propone. Abstracción, simpleza, líneas puras (rectas y horizontales únicamente) y colores plenos y primarios. El rojo, el amarillo y el azul son los colores principales en esta obra, los cuales están contenidos en marcadas y gruesas líneas negras. En otros cuadrados, el blanco. El rojo ocupa un lugar central y grande, pero queda finamente equilibrado por el azul y el amarillo de manera opuesta, uno arriba y otro abajo, uno a la izquierda y otro a la derecha.

Un estilo único el de Piet Mondrian, y mucho tiempo de estudio para sentar las bases filosóficas complejas de un movimiento que se plasmaría en la abstracción y simpleza pura.